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El astato es un elemento químico de la tabla periódica cuyo símbolo es At y su número atómico es 85. Es radiactivo y el más pesado de los halógenos. Se produce a partir de la degradación de uranio y torio. Es el elemento más raro de la corteza terrestre, ya que solo se encuentra en la cadena de desintegración de varios elementos más pesados. Todos los isótopos de la astatina son de vida corta; el más estable es la astatina-210, con una vida media de 8,1 horas. Nunca se ha reunido una muestra del elemento puro, porque cualquier ejemplar macroscópico se vaporizaría inmediatamente por el calor de su propia radiactividad.
Las propiedades de la astatina no se conocen con certeza. Muchas de ellas se han estimado basándose en la posición del elemento en la tabla periódica como un análogo más pesado del yodo, y un miembro de los halógenos (el grupo de elementos que incluye el flúor, el cloro, el bromo y el yodo). Sin embargo, el astato también se encuentra aproximadamente en la línea divisoria entre los metales y los no metales, y también se ha observado y predicho cierto comportamiento metálico para él. Es probable que el astato tenga un aspecto oscuro o lustroso y puede ser un semiconductor o posiblemente un metal. Desde el punto de vista químico, se conocen varias especies aniónicas del astato y la mayoría de sus compuestos se parecen a los del yodo, pero a veces también presenta características metálicas y muestra algunas similitudes con la plata.
La primera síntesis del elemento fue realizada en 1940 por Dale R. Corson, Kenneth Ross MacKenzie, y Emilio G. Segrè en la Universidad de California (Berkeley), quienes lo nombraron a partir del griego astatos (ἄστατος), que significa «inestable». Posteriormente se descubrió que hay cuatro isótopos de astatina que se producen de forma natural, aunque hay mucho menos de un gramo presente en cualquier momento en la corteza terrestre. Ni el isótopo más estable, la astatina-210, ni la astatina-211, de gran utilidad médica, se encuentran en la naturaleza; solo pueden producirse sintéticamente, normalmente bombardeando bismuto-209 con partículas alfa.